Ana Frank nació en Frankfurt, Alemania, en 1929. Sus padres, Otto y Edith, eran judíos, por lo que cuando arreció la persecución contra éstos la familia se trasladó a Ámsterdam, Holanda. Dos años después de que Hitler invadiera Holanda, al inicio de la Segunda Guerra Mundial, las acciones contra los judíos se intensificaron, por lo que Otto y su familia pasaron a la clandestinidad. En el escondite, y hasta cuando la Gestapo allanó el lugar, Ana llevó un diario de vida. Éste quedó interrumpido pues Ana y su familia fueron llevados al campo de concentración de Westerbork, desde donde los trasladaron al campo de exterminio de Auschwitz. Allí separaron a Otto de su mujer y de sus dos hijas: Ana y Margot. Ambas fueron cambiadas poco después a Bergen-Belsen, un campo de concentración donde se hacinaban más de 1.400 personas. El tifus y el dolor de la separación mataron en poco tiempo a Edith. Pronto Margot enfermó también de tifus y contagió luego a Ana. Margot y Ana fallecieron tres semanas antes de que el ejército soviético liberara el campo de concentración (mediados de marzo de 1945)